Este trabajo se centra en el distrito industrial como unidad de análisis. Partiendo de su consideración como contexto interorganizativo, los distritos industriales poseen, más allá de la dotación de recursos exclusivos de las empresas, una dotación de recursos compartidos o capacidades de orden superior que no son exclusivos de la empresa individual, pero que tampoco son accesibles para las empresas externas al distrito y que pueden generar rentas para las empresas. Estas capacidades se basan en la existencia de un aprendizaje colectivo, una información colectiva y unas instituciones locales. Bajo esta idea pretendemos analizar en profundidad la existencia de estas externalidades en el distrito cerámico de Castellón como un ejemplo ilustrativo.