La invención del espectador y del tema estética en el siglo XVIII era al mismo tiempo condición y consecuencia del anclaje del sentimiento en la comunidad universal. El nacimiento del espacio público, en parte fruto de la circulación y de la confrontación de los juicios en la esfera de la exposición y de los discursos con ellos relacionados, es la fuente de teorías contemporáneas de la crítica de arte fundante, en conformidad con el trabajo de Jürgen Habermas, de la valoración estética sobre la intercomprensión y la intersubjetividad de las recepciones. Este artículo tiene como objetivo reflexionar acerca de los presupuestos y las implicaciones políticas de la crítica de arte y de la experiencia estética; reflexión que precisa discutir los conceptos hoy ambivalentes del espectador, del sentido común, de la comunicación y de la publicidad.
A CONTRAPONTOS é uma publicação reconhecida pela área da Educação, seriada, arbitrada e dirigida prioritariamente a uma comunidade acadêmico-científica. Vem circulando nacionalmente desde 2001.