Este texto nace de la incómoda función de producir conocimiento basado enteramente en una vía occidental. La cuestión que se plantea es de las posibilidades de beber de otras fuentes, o incluso, cambiar de fuentes, desplazando deliberadamente de la "fuente" hegemónica, buscando espacios geoepistémicos que permitan la hidratación de otra forma de pensar. Esto significa ir en busca de un "bañarse", no sólo en el sentido metafórico, sino dejarse llevar por estas otras posibilidades. En este trabajo buscamos producir un camino que tome elementos historicamente silenciados, borrados u ocultos, invitándolos al diálogo. En este esfuerzo "arqueologico", buscamos potenciar lo ocurrido en este encubrimiento, explorando el poder, como condición para la producción y valorización de otros saberes. Se anuncia, de primera mano que los saberes, anclados en la ascendencia de pueblos y grupos humanos que fueron desplazados a los márgenes de la historia, ganan un lugar destacado en esta construcción.