Esta investigación tiene como objetivo reflejar cómo el arte contemporáneo contribuye
a la educación estética. A partir de la propuesta de emancipación de Rancière (2015), se mapearon
experiencias con obras de las artistas Lucia Koch, Propaganda, Eli Heil, Jugando con ruedas y rueditas y Beatriz Milhazes, Moon (Luna). Se utilizó el cuento Os prédios também sonham (Los edificios
también sueñan), de Vinícius Batista como hilo que teje la conexión entre las producciones artísticas.
Como resultado, se señala que el arte provoca que el sujeto juegue y haga una experiencia, desempeñando un papel fundamental en la educación estética al repercutir en la autonomía intelectual del
conocimiento.