Este artículo sostiene que la incapacidad de resincronizar la norma y la realidad empírica ante la aceleración y la acumulación de los desafíos generados por la platformización nos ha llevado a una coyuntura en la que la agenda regulatoria ha sido superada por los acontecimientos, por lo que es necesario complementarla con la defensa de la soberanía digital. Un análisis de la coyuntura global reciente sugiere el inicio de un nuevo ciclo tecnopolítico, marcado por el auge de la inteligencia artificial, el estrechamiento de la alianza tecnopolítica entre la industria tecnológica y las fuerzas antidemocráticas, y un reposicionamiento cada vez más explícito de las plataformas como «alternativas totales» al sistema democrático. Ofrece una visión general del tema de la soberanía digital, trazando un mapa del espectro de posibilidades disponibles y delineando hitos para el avance de esta agenda en el país.